Comité Central del Partido Comunista Argentino
El 1ro de Mayo es la fecha en la que la clase obrera mundial rinde homenaje a los mártires de Chicago, aquellos obreros asesinados vilmente a manos del sistema capitalista a través de una patronal que no toleró, no tolera ni tampoco tolerará en el futuro que los trabajadores asuman su rol de clase y se liberen de la explotación capitalista, tomando en sus manos, junto al resto de los sectores explotados, el poder del Estado, e iniciando un camino hacia la construcción de una sociedad nueva: la sociedad socialista. Para el sistema capitalista bastó una vez sola vez que los obreros pudieran tomar el poder en 1917 durante la gran Revolución Socialista de Octubre, y aprendió de este hecho, desde entonces el sistema fue ejerciendo una política multifacética en función de evitar e impedir por todos los medios de los que dispone que los trabajadores se organicen, formen sus organizaciones de lucha y, muy especialmente, adhieran e integren las filas de su partido: el Partido Comunista, porque tal paso significa que los trabajadores han asumido conscientemente su condición de clase explotada y, por ende, resuelvan que el poder político no es algo privativo de las históricas élites; significa que con su lucha lograron darse cuenta de que pueden derrotar a su enemigo histórico: el capitalismo como sistema sociopolítico que lleva a los trabajadores a la pobreza y la miseria sistemática, mientras que paralelamente la acumulación y la multiplicación de la riqueza se incrementa, robándole diariamente una parte importante de su trabajo a la clase obrera.
En la actualidad la humanidad atraviesa la etapa del imperialismo, es decir, el capitalismo en su estado parasitario y en descomposición, lo cual se materializa hoy en la guerra imperialista en Ucrania, la agresión imperialista de Israel sobre Palestina, los distintos conflictos bélicos en África y Asia, y la guerra arancelaria desatada por los EE.UU. hacia el resto de países del mundo, principalmente contra su principal rival en la disputa por la primacía en la pirámide imperialista mundial: China.
Los distintos conflictos y guerras desatadas en este contexto de descomposición del capitalismo terminando siendo cargados sobre las espaldas de la clase obrera mundial, con el aumento de los productos básicos, con el desempleo, con las medidas de ajuste, y mismo con la guerra que lleva a los trabajadores como carne de cañón en las disputas interimperialistas. Los grandes perdedores en estos conflictos son los trabajadores, mientras los grandes monopolios se benefician a costa de nuestro sufrimiento y la muerte de nuestra clase.
En Argentina la crisis estructural del capitalismo —agudizada por la ofensiva de la burguesía contra la clase trabajadora— se expresa de manera brutal bajo el gobierno de Javier Milei y Victoria Villarruel. Su programa económico, político e ideológico, marcado por el ajuste feroz, la entrega de la soberanía y la represión sistemática, responde fielmente a los intereses del capital monopolista, tanto local como extranjero.
En el marco del sistema imperialista global, nuestro país está siendo saqueado por los monopolios nacionales e internacionales que, al calor del llamado “Plan Motosierra”, avanzan sin tregua sobre nuestros recursos naturales, entregándolos al mejor postor; a cambio, el pueblo recibe salarios destrozados, una licuación brutal del poder adquisitivo y un endeudamiento creciente que hipoteca el futuro de generaciones enteras de trabajadores.
Este ciclo de dominación imperialista y sumisión del Estado a los organismos financieros internacionales se sostiene con un brutal ajuste que se traduce, día tras día, en miles de despidos, en un alza generalizada del costo de vida y en el deterioro de todas las condiciones materiales de existencia de las masas populares.
A la ofensiva económica se suma el aparato represivo del Estado, comandado por Patricia Bullrich, que descarga toda su violencia contra trabajadores, estudiantes y sectores movilizados que se enfrentan a las políticas de hambre del gobierno nacional. La salvaje represión del 12 de marzo es prueba explícita: el compañero Pablo Grillo permanece en terapia intensiva como consecuencia directa del accionar criminal de las fuerzas de seguridad, y semana tras semana la represión, lejos de detenerse, se ha recrudecido.
A su vez, el gobierno de Milei, el gobierno de los monopolios, tiene quienes le sostienen la gobernabilidad, quienes, queriéndose parar del bando opositor, le votan las leyes, y no movilizan; por el contrario, llaman constantemente a la desmovilización y a la no confrontación directa con el gobierno, porque, como suele pasar con estas facciones de la burguesía (como el peronismo), tejen acuerdos en pos de sus intereses de clase, mientras la clase obrera y el pueblo argentino se hunden en la miseria, la desocupación y la falta de un futuro digno.
Los comunistas sostenemos que no hay manera de que la situación de la clase obrera y el pueblo argentino mejore dentro de los límites del sistema capitalista, no consideramos que el capitalismo se pueda reformular o pueda tener un rostro más “humano”. Por el contrario, sostenemos que mientras el modo de producción que se apropia de lo socialmente producido para la ganancia de unos pocos siga existiendo, seguirán los problemas actuales, porque estos problemas no los resuelve un gobierno “progresista” y socialdemócrata con un poco de ayuda social, sino que se resuelven con la toma del poder por parte de la clase obrera, la construcción del poder obrero y la planificación central, en síntesis: el socialismo-comunismo.
Hoy las grandes tareas que tenemos por delante como clase son la unión del movimiento obrero y popular, generar un gran Centro Coordinador de las Luchas, construir un plan activo de lucha para romper el Plan Motosierra que no sólo luche por las pequeñas y grandes reivindicaciones, sino también por la lucha política por el poder, a la vez de avanzar en términos de organización y respuestas más rígidas a la clase capitalista gobernante que día a día nos saquea, nos reprime y nos ajusta.
La garantía de la victoria de la clase obrera en las tareas planteadas, tanto tácticas como estratégicas, es la consolidación y desarrollo del partido político de los obreros y obreras argentinas, el Partido Comunista Argentino, que se arma y nutre con la poderosa ciencia del marxismo-leninismo.
El enemigo de clase no duda en usar todas las herramientas a su alcance para garantizar las ganancias de los grandes capitalistas. Frente a esto, sólo la organización combativa, la unidad del movimiento obrero y popular, y la construcción de una alternativa revolucionaria podrán abrir una salida a favor de la clase obrera y el pueblo argentino.
¡Viva el 1ro de Mayo!
¡Viva la clase obrera!
¡Abajo la guerra imperialista!
¡Rompamos la motosierra de Milei-Villaruel con la fuerza obrera del martillo y la hoz!
Proletarios de todos los países, uníos.