Por Tomás Oroño
El 26 de Abril de 2025 sesionó el XXIV Congreso Extraordinario del Partido Comunista Colombiano en Bogotá, donde podemos decir que es un hito histórico para la clase obrera, pero no de manera positiva, sino porque se ha quedado sin un Partido Comunista, y podemos decir que el PCC no venía cumpliendo su rol de vanguardia, ya que venía de un proceso de alianza con un sector de la burguesía local, pero siempre está la posibilidad de recuperar el Partido y enderezar el rumbo a posiciones revolucionarias, pero no ha sucedido, el glorioso PCC, el que ha dejado su sangre por los montes y las calles de Colombia en pos de una nueva sociedad sin explotados y explotadores, se ha arrodillado ante la burguesía y en forma de ofrenda, le ha entregado la roja bandera con el martillo y la hoz a la burguesía de Colombia, lo que no ha podido los feroces gobiernos asesinos a lo largo de estos años, lo ha logrado el progresismo de Petro.
Browderismo, corriente oportunista de derecha y liquidacionista
Para entender el título de esta nota, y comprender el análisis que iremos a desarrollar, es necesario entender que es el browderismo. Browder fue dirigente del Partido Comunista de los Estados Unidos durante la década de 1940, y su corriente de derecha dentro del Movimiento Comunista Internacional conocida como “browderismo” caló hondo dentro de los Partidos Comunistas principalmente de América. La política de Browder, entre las que plantea la Unidad Nacional para los Estados Unidos —y que también influye en los partidos comunistas de todo el continente— se basa en una interpretación específica de los acuerdos de Teherán, los cuales empiezan a delinear el escenario del mundo de la posguerra.
La política browderista era un planteo de conciliación de clases, de abandono del programa revolucionario y de coexistencia pacífica, donde los dos sistemas colaboren mutuamente, ¡un oxímoron!, aunque Athos Fava, quien reflexionó sobre el tema dijo que el browderismo “más que conciliación de clase es entrega de la clase obrera de Estados Unidos maniatada de la cabeza a los pies” en referencia a un escrito de Browder cuando expresa: “Es un hecho evidente en la vida americana que no existe ahora ninguna mayoría, actual o potencial, que pueda unirse en un programa de acción basado en la perspectiva socialista en nuestro país. Aun cuando juntemos en montón todos los adeptos del socialismo, en conflicto entre sí, sus partidarios no pasarán de ser una pequeña minoría. Por consiguiente, debemos afirmar con claridad y precisión que el programa práctico que pueda unir a la mayoría de los ciudadanos americanos en apoyo de Teherán, tendrá que aceptar el sistema económico existente como su base de operaciones y punto de partida.”
Lo que podemos observar con una de sus declaraciones es que esta corriente de derecha, pretendía colocar al Partido Comunista en un rol pasivo, llevarlo a su disolución con la excusa de la Unidad Nacional, integrarlos en una fuerza común policlasista, el abandono total del programa revolucionario y la rendición ante la burguesía.
Sin duda la política de Unidad Nacional a la que se refería Browder en su momento, podemos verla en varias declaraciones actuales de los Partidos Comunistas -cuestión que desarrollaremos más adelante-, y que la podemos resumir con la siguiente frase de él: “La unidad nacional americana no puede construirse de acuerdo con un plan preconcebido. Ha de forjarse poco a poco, descubriendo puntos de concordancia en la acción, que puedan reconciliar puntos de vista e intereses hasta entonces en conflicto entre clases, grupos y tendencias que no han conocido otro sistema que el de ventilar sus diferencias por medio de la lucha”.
La política de Browder se vió materializada en la disolución temporaria del Partido Comunista de los Estados Unidos, y la creación de la Asociación Política Comunista, liquidando al partido político de la clase obrera norteamericana en pos de generar la paz entre el capital y el trabajo. Uno de los afectados por esta tendencia de derecha han sido los camaradas cubanos de esa época; cuando el Partido Comunista de Cuba sale de la clandestinidad en 1938, al año siguiente adopta en nombre de Unión Revolucionaria Comunista, y ya influenciado por el browderismo en 1944 cambia su nombre a Partido Socialista Popular. La implementación oficial de la política browderismo en Cuba fue en Asamblea Nacional del PSP celebrada del 13 al 17 de octubre de 1944, cuando el Partido cambia no solo su nombre, sino también su concepto organizativo, y uno de los temas principales fue una reforma orgánica y reformulación de los Estatutos partidarios, y siguiendo la idea principal de esta corriente, analizaron la cuestión de la Unidad Nacional en Cuba, y en este sentido el Secretario General decía: “La Unidad Nacional es para cooperar en la guerra, para hacer frente a los problemas de la posguerra, para asegurarnos contra las catástrofes económicas, para encauzar al país por la vía del progreso, por mantener la producción y la prosperidad nacional. La situación internacional determina en gran parte la situación nacional. Las modificaciones de la situación internacional son en general favorables a la causa de los pueblos, al desarrollo de las fuerzas democráticas y progresistas y han dado al mundo en su conjunto una tendencia definida hacia la unidad nacional, hacia la liberación de los pueblos, hacia la colaboración, con clara orientación de beneficio popular de las fuerzas capitalistas y socialistas a escala mundial y nacional.”
En términos organizativos en este proceso en Cuba, como mencionamos antes, se rechazó el leninismo como método organizativo -muy similar a los casos cercanos en la actualidad- suplantando por métodos extraños a los históricos de la clase obrera y los comunistas. La Asamblea del PSP en ese sentido, dejó de considerarse un partido de cuadros para pasar a ser un partido de masas, sin ninguna condición para ser militantes del Partido, cualquier persona podía ser miembro y podría portar el carnet, en el mismo sentido, también la Asamblea decidió eliminar la estructura celular, por ende, no se organizarían más mediante células sino en “Comités Socialistas de Barrios y Fábricas”, y ya fas formas y métodos de trabajo no debían ser igual que cuando existían las células, donde los militantes tenían la obligatoriedad de asistir regularmente a las reuniones, ahora las reuniones debían ser de una o dos cada 3 meses, dejando de lado el trabajo sistemático leninista de planificación, balance, y demás cuestiones que hacen a la vida celular de un Partido marxista-leninista.
Por último, el cambio del Programa, donde en ningún momento refleja los objetivos estratégicos de cualquier Partido Comunista que siga fiel a la doctrina marxista-leninista, no habla de derrocamiento del sistema capitalista, no habla del cambio del modo de producción ni de la Planificación Central, sino habla de la Unidad Nacional y la alianza con sectores de la pequeña burguesía y la burguesía local.
Otro Partido que tuvo la influencia del browderismo en su seno fue el Partido Comunista Peruano, donde con la misma consigna de Unidad Nacional, se llevó a cabo una política que no era coherente con la doctrina científica del marxismo, donde afectó el trabajo leninista del Partido, los métodos organizativos en el movimiento de masas y en las direcciones partidarias también. Los mismos documentos del PCP acuden el origen de la influencia en la I Conferencia Nacional de Organización del PCP, donde Juan Luna, dirigente sindical del Partido expresó la línea browderista abiertamente, tiempo atrás él había participado en el Congreso Nacional del Partido Comunista de EE.UU, donde Browder había desarrollado extensamente su postura liquidacionista y oportunista de derecha. Juan Luna llevó a la Conferencia la idea de cambiarle el nombre al PCP, cambiar la estructura orgánica del Partido, cambiar el concepto de militantes por el de “adherentes”, lo que significaba un Partido sin disciplina, sin organización, sin unidad política e ideológica, etc.
El PCP no cambió el nombre, ni tampoco podemos decir que la línea browderista triunfó en esa Conferencia Nacional de Organización, pero sí que plantó la idea con la cual sería influenciada después el trabajo cotidiano y la línea política del PCP.
En el análisis de la política nacional de Perú, el PCP consideraba que había que tener una política conciliadora con la burguesía ya que tenía posiciones “avanzadas”, lo cual coincide con su idea browderista de Unidad Nacional. En términos organizativos siguieron el camino cubano, abandonaron los principios leninistas de organización, dejaron de lado el centralismo democratico y pasaron a utilizar métodos ajenos a la ideologia proletaria, donde pasaron de la organización celular a “Asamblea de Activistas”, donde en sencillas palabras cualquier persona, no importaba su condición, podía decidir sobre la vida orgánica y política del PCP. Aunque el Partido no cambió el nombre, corrientes browderianas insertadas en la dirección lucharon incansablemente para eso, con la propuesta de crear una “herramienta electoral” llamada Asociación Obrera Independiente, donde habría las puertas a todas las tendencias políticas, y su fin era la sustitución del PCP por otro Partido “más amplio”.
El mismo Partido Comunista Peruano en su autocrítica y documentos de balance sobre la tendencia browderista, admite que durante esta influencia derechista, el Partido había perdido su independencia política de clase, que había ido como furgón de cola de la burguesía en Perú, que adhirió a un proyecto extraño a la clase obrera, lo mismo lo llevó a posicionarse erróneamente dentro del movimiento obrero y los sindicatos donde tenía influencia el PCP, mismo a la vez en su política parlamentaria, presentando o yendo atrás de proyectos de leyes burguesas, que no tenían nada que ver con la política parlamentaria planteada por Lenin como tribuna obrera y como parte de la lucha general para el derrocamiento del sistema capitalista.
Nuestros Partidos hemos sido influenciados por el browderismo en mayor o menor medida en Colombia, en Cuba, en Perú, mismo en Estados Unidos durante la primera mitad del Siglo XX. En síntesis esta tendencia oportunista de derecha, se centraba en la disolución de los PC en los frentes amplios, policlasistas, abandonando su Programa revolucionario, el abandono de los métodos leninistas de organización, y la política de conciliar el capital y el trabajo. En muchos lugares, el browderismo fue derrotado, en otros no, ahora nos debemos preguntar para seguir con el desarrollo de este escrito, ¿fue totalmente derrotado o sus herederos siguen actuando en pos de cumplir con sus objetivos liquidacionistas?
II Congreso Nacional del PCC en 1944
Como menciono antes, Colombia ha sido uno de los países más afectados por el browderismo, así también lo afirma Jacques Duclós en su texto titulado “Una crítica a la disolución del Partido Comunista en Estados Unidos”, mismo lo balancea más tarde el mismo PCC, aunque con críticas a Duclós.
Si titulamos esta nota: “Browderismo al palo: El 24º Congreso Extraordinario del PC Colombiano”, no podemos evitar hacer un pequeño repaso por lo que fue el browderismo en Colombia en los años 40 y como afectó a la vanguardia de la clase obrera colombiana.
Aunque suena un poco repetitivo, vamos a encontrar una similitud absoluta con los casos cubanos y peruanos, ya que fue la misma tendencia actuando.
El II Congreso Nacional, que sesionó bajo el lema: “¡Atrás la reacción!” , fue el origen en Colombia de las ideas de Brower en ese país, donde el PCC empezó por el debate sobre el Partido y su nombre, donde Augusto Durán, Secretario General del Partido, sostenía que el nombre “Comunista” alejaba a las masas, y que en ese momento la lucha no era por el comunismo sino por la liberación nacional, por eso se propuso el cambio de nombre a Partido Socialista Democrático, lo cual fue aprobado, y el PCC pasó a ser el PSD.
En el II Congreso se dijo sobre este tema: “El nombre Partido Comunista no responde a la realidad nacional, porque ahora […] estamos en la etapa de la liberación nacional, en la que trabajamos por romper y superar la estructura semicolonial de nuestro país, a fin de poder despejar el camino para el socialismo, que es el objetivo de los trabajadores del mundo en este “siglo del hombre del pueblo” […] el nombre de “comunista” es un obstáculo evidente para convertirnos a breve plazo en un partido de masas. Necesitamos cambiar de nombre, adoptar un programa adecuado a las circunstancias históricas concretas y fundamentar toda nuestra acción en la realidad colombiana. Pero, el cambio de nombre por sí solo, no significará nada, no resolverá nada. Tiene que estar acompañado por transformaciones en la estructura, en las concepciones, […] y en las formas de nuestro Partido.”
En términos organizativos, sucedío lo mismo que en Cuba y Perú, la estructura leninista y los métodos de organización fueron desterrados, las células fueron reemplazadas por “asambleas”, lo cual le quitaba todo contenido revolucionario al Partido. A la vez el Partido en el plano del análisis político empezó a considerar que la cuestión del imperialismo como tal había pasado y que estábamos en la etapa de la colaboración entre el capitalismo y el socialismo. Con la política de conciliación de clases, el Partido Comunista Colombiano llevó adelante una política claudicante hasta que en el V Congreso Nacional dejó de manera oficial el browderismo de lado, y empezó a recuperar la senda del marxismo-leninismo.
Pero durante años, esta política tuvo como consecuencia que la clase obrera colombiana no cuente con su Partido de vanguardia, y a la vez, la lucha del PSD era meramente por las reivindicaciones democrático-burguesas, ya que en su Programa había abandonado la lucha por el poder político, por la socialización de los medios de producción, por la construcción del socialismo-comunismo, y en ese momento lo único por lo cual peleaba el PPC (PSD) era por la Unidad Nacional, por el fortalecimiento de la democracia burguesa y por la paz entre el capital y el trabajo.
24º Congreso Extraordinario del PC Colombiano: Browderismo del Siglo XXI
Una vez que tenemos en claro la política browderista y cómo afectó a los Partidos Comunistas de América, entre ellos, el Partido Comunista Colombiano, podemos pasar a los últimos sucesos, que no hay otra manera que calificarlo como browderismo del Siglo XXI, ya que ha decidido su 24º Congreso Extraordinario regalar las banderas de la Revolución Socialista y pasar a luchar por la reformas dentro del sistema capitalista. Aunque oficialmente su Secretaria General salió a desmentir diciendo: “El PCC no se disuelve, ni pierde su identidad”, entregar la independencia política, la dirección política y dejar de costado el objetivo por el cual un Partido Comunista es entregado, es una disolución absoluta, aunque mantengan cierta “estructura” dentro del Pacto Histórico. El camino es la solución, y en la práctica ya han entregado todos los atributos a la burguesía.
Sin duda el proceso de liquidación que se está dando en el PCC no nace de la noche a la mañana, no es que el Partido Comunista Colombiano venía con una línea de confrontación con la socialdemocracia y organizándose para la toma del poder y de un dia para el otro toma la decisión de disolverse dentro del Pacto Histórico, sino que ya venían las tendencias reformistas, lo cual no nos vamos a detener en punto por punto sus últimos bandazos ideológicos, pero sí podemos analizar algunos puntos de su Programa actual.
Aunque en su Programa no rechazan el socialismo-comunismo como fin explícitamente, si dan muchas vueltas para decir que la etapa actual no es la lucha por el comunismo -muy parecido a Browder-, sino que la lucha actual es por la democracia profunda, concepto no existe en el lenguaje de los revolucionarios, y ponen como principal disputa la democracia participativa la cual defienden contra la democracia liberal la cual “combaten”, por ende, se deja de lado las tareas revolucionarias para la toma del poder.
En ese sentido dicen en su Programa: “Las tareas democráticas de la etapa actual pueden ser desarrolladas en el mediano plazo, si la lucha social y la acción colectiva popular así lo imponen, hacia una profundización de la democracia, hacia la democracia avanzada. Con la democracia avanzada se busca superar los límites de la democracia liberal en tanto democracia procedimental, de representación y participación y sentar las bases para una concepción integral de la democracia. La democracia avanzada además de representar una profundización de la democracia política se sustenta en el desarrollo y la consolidación de la democracia económica y la democracia social. En este sentido, el proyecto político de los comunistas apunta a una redefinición de las relaciones de propiedad privada capitalista y con ello de las relaciones de distribución. Él propósito de los comunistas en el mediano plazo se encauza hacia una sociedad que, con fundamento en un conjunto de reformas estructurales en la economía y la sociedad, logre enfrentar la escandalosa concentración y centralización de la propiedad, la riqueza social y el ingreso en manos de un puñado de grupos económicos, al tiempo que logra eliminar la pobreza y reducir sensiblemente el patrón de desigualdad. Por otra parte, se trata de sentar las bases de una profunda transformación cultural que permita la producción de una subjetividad con fundamento en los valores de la solidaridad, la fraternidad y la cooperación.”
En este extracto de su Programa, reafirmamos lo dicho anteriormente, y no solo eso, sino que se asumen ya definitivamente reformistas, ya que dicen que el propósito de ellos es encauzar reformas estructurales en la economía y sociedad, dentro de los marcos del orden social burgués. Queda claro que la lucha del PCC hoy en día en pos de las reformas del capitalismo, y objetivo queda claro cuando dicen: “Allanar los caminos en la lucha por la democracia y el socialismo, requiere desatar, canalizar y dirigir la más amplia creatividad del pueblo colombiano y que se expresa en la enorme variedad de formas de lucha, que la conduzcan a hacia un nuevo poder por la democracia con perspectiva socialista.”
La cuestión de la democracia con “perspectiva socialista” demuestra la descomposición ideológica en la que el PCC viene hace años que hoy termina con la disolución del Partido en un frente hegemonizado por la burguesía, pero mientras exista como tal, siempre hay posibilidades que los verdaderos comunistas vuelvan a enderezarlo en la senda de la revolución, pero hoy estamos ante otro panorama.
Sesionó el Congreso Extraordinario y sacó una serie de declaraciones y resoluciones en un sentido liquidacionista y oportunista de derecha, aunque en su comunicado en el primer punto diga que el XXIV Congreso (E) reafirma la lucha por el socialismo, instantáneamente lo inhabilita por completo en los siguientes puntos cuando actúa de una manera contraria a un partido revolucionario.
En su Declaración dicen: “En consecuencia, el 24 Congreso (E) señaló que, ante el avance de los diálogos y compromisos para la constitución del Pacto Histórico como movimiento político, es preciso persistir en un instrumento unitario capaz de movilizar a la sociedad colombiana alrededor de la organización y el poder popular de base, incorporando a los partidos democráticos y fuerzas de izquierda, a los movimientos sociales y a los liderazgos populares, a partir de la construcción colectiva de un programa, unos estatutos, unos acuerdos de principios y mecanismos de acción para la integración de partidos y movimientos bajo una dirección colegiada democrática. Como es conocido, la norma electoral existente impuso un límite a las coaliciones lo que ha obligado a recurrir a la renuncia de las personerías jurídicas para integrar una sola, sin detrimento de la identidad ideológica, política y organizativa de las fuerzas concurrentes.”
En este punto, explícitamente desarrollan como llevaran adelante un espacio político policlasista con “partidos democráticos” y “fuerzas de izquierda”, donde tendrán un Programa único, el cual ya sabemos que no tendrá nada que ver con un Programa revolucionario para la toma del poder en Colombia, sino en la línea que viene trabajando el PCC será para “fortalecer la democracia”, que en sencillas palabras quiere decir, cuidar las ganancias de los grandes capitalistas, evitar cualquier tipo de explosion o saltos, por ende, servir como dique de contención en el transcurso de la lucha de clases.
El PCC accede a abandonar la dirección política de los comunistas, para ceder ante la dirección de la socialdemocracia, cuando dicen que tendrán “una dirección colegiada democrática” con todos los partidos integrantes. Los marxistas-leninistas entendemos a la Dirección del Partido como un Estado Mayor, es quien dirige a la herramienta de la clase obrera que destruirá este sistema inmundo, por el contrario el PCC no lo ve así.
Más adelante en su Declaración dicen: “En consecuencia de lo anterior, el 24 Congreso (E) del Partido Comunista Colombiano ha discutido y aprobado los acuerdos adelantados en desarrollo de la línea política trazada por el Congreso anterior y en la ruta aprobada por los plenos del Comité Central, que han hecho el seguimiento del devenir político reciente en el marco de la constitución del Pacto Histórico como movimiento político, que incluyen: 1. El acuerdo de fusión de los partidos que lo componen 2. El Programa que propondrá al pueblo colombiano y 3. Los Estatutos, como herramienta para organizar y regular su dinámica y vida interna.”
Ya hemos mencionado la cuestión programática, pero en este punto podemos ver como también ceden la cuestión estatutaria. Como es de público conocimiento, los Estatutos de los Partidos Comunista que permanecemos fieles a la doctrina de Marx, Engels y Lenin representan no solo nuestros intereses, sino también nuestra manera de organizarnos, que son nada más ni nada menos que los lineamientos de un partido leninista, el partido de nuevo tipo, a lo que significa que el PCC abandona el leninismo para que su Estatuto central lo defina la burguesía, que será el Estatuto del Pacto Histórico.
En otra nota dicen: “El PCC, además, ratificó la construcción de un Partido Unitario de la Izquierda y de los sectores alternativos y, la necesidad de fortalecer los diálogos para consolidar el Pacto Histórico como movimiento político unificado y poder contar con el instrumento político para el pueblo colombiano.”
Para ir cerrando el análisis del 24º Congreso Extraordinario, esta declaración muestra la justeza del análisis que estamos realizando, porque es una expresión anti-leninista, en primer lugar, porque descarta al Partido Comunista como herramienta política revolucionaria, sino como parte de un solo partido pluriclasista de tendencias que se encargue de reformar el capitalismo o ponerle “rostro humano”, y en el mismo sentido, el PCC se expresa contra la teoría de Lenin del Partido Comunista al sobreponer “El Partido Unitario de la Izquierda” ante la construcción del PC como Estado Mayor de la clase obrera colombiana.
¿Por qué decimos que es el browderismo del Siglo XXI? Porque aunque claramente no exactamente igual, tiene muchos rasgos similares y por momentos, idénticos, en primer lugar el abandono de la lucha por el socialismo, la disolución del Partido para transitar el camino de una “experiencia amplia de masas”, abandonando el Programa revolucionario histórico de los comunistas, jugando un rol de conciliación entre las dos clases sociales en conflicto, y el rechazo total a los métodos leninista de organización.
Cuando hablan de un Programa en común, que se consensuó entre todas las organizaciones “democráticas y de izquierda”, no se puede evitar volver a citar a Browder, cuando dice: “En consecuencia, los partidarios del socialismo (…) deberán proclamar bien alto que no habrán de plantear el problema del socialismo en forma ni manera que comprometa o debilite esa unidad nacional. En todas las decisiones prácticas, tendrán que subordinar sus convicciones socialistas al programa común de la mayoría”
El glorioso PCC que ha valientemente combatido contra la burguesía en Colombia durante tantas décadas, hoy se arrodilla con la burguesía, pero sin duda, este Partido que están tratando de disolver, renacerá como necesidad real ante los problemas de la burguesía, sea reaccionaria, conservadora, de ultraderecha o progresista, el Partido Comunista con vocación de poder y estrategia revolucionaria resurgirá en Colombia, como ha resurgido en Argentina con el Partido Comunista Argentino (PCA), como ha resurgido en Brasil, con el Partido Comunista Brasileño Revolucionario (PCBR), como está resurgiendo a lo largo del Continente y del mundo distintos destacamentos revolucionarios en el medio de esta crisis del Movimiento Comunista Internacional.
El Partido Comunista en Colombia renacerá, porque mientras exista la clase obrera, se reorganizará su partido de vanguardia, herramienta de la misma para tomar el poder.
La socialdemocracia, enemiga de los comunistas.
El proceso desarrollado anteriormente no se debe analizar aisladamente, sino tiene que ver con la crisis del Movimiento Comunista Internacional en su conjunta, nosotros en el Continente lo hemos visto con la adhesión de varios Partidos Comunistas a las burguesías locales, los llamados “progresismos”, lo podemos ver en Argentina, con el Partido Comunista de la Argentina y su subordinación total al peronismo (PCdeA), lo podemos ver con el Partido Comunista de Chile, mismo el PC de Uruguay, lamentablemente abundan los ejemplos de PP.CC que han optado por insertarse en el Estado de la burguesía, o acompañar procesos que encabeza la clase capitalista en los distintos países. A la vez, las coordinaciones policlasistas en la cual participan varios Partidos Comunistas, como lo es el Foro de Sao Pablo, y los encuentros organizados por el PT en México o a nivel más global, la Plataforma Antiimperialista Mundial, una coordinacion anticomunista y oportunista.
El Movimiento Comunista Internacional lamentablemente está infectado de oportunismo, frentepopulismo, etapismo, y reformismo, algo que se ve claramente en las posiciones sobre la guerra, sobre el progresismo, el llamado “Socialismo del Siglo XXI”, sobre las concepciones erróneas del imperialismo, sobre las vías nacionales al socialismo o el socialismo con especificidades, y en posición reaccionarias como la defensa de Maduro-Cabello y el PSUV ante la persecución y la casi ilegalización del Partido Comunista de Venezuela robándole su tarjeta electoral.
Lo que se conoce como el “Socialismo del Siglo XXI”, o en el caso colombiano, el proyecto representado por el Pacto Histórico, es en realidad una forma en que la socialdemocracia gestiona el sistema capitalista en sus respectivos países. Esta gestión no busca genuinamente el bienestar del pueblo, sino que actúa como un freno frente a posibles rebeliones o intentos de transformación profunda por parte de los trabajadores. Por esta razón, los comunistas tenemos la responsabilidad de enfrentar esta tendencia oportunista, ya que su verdadero propósito es subordinar a la clase trabajadora a intereses ajenos, encubiertos bajo el manto del nacionalismo burgués, impidiendo así que cumpla su papel histórico de emanciparse y conquistar el poder.
El rol que tuvo y tiene el progresismo y los gobiernos que llevaron adelante el “Socialismo del Siglo XXI” o en la actualidad los gobiernos como el de Gustavo Petro, en lo relacionado a los Partidos Comunistas fue y es nefasto, y cierra el cuadro de situación para asumir que el progresismo, por ende la socialdemocracia, es enemigo de la clase obrera y los comunistas. En nuestro país, han logrado desactivar por años al Partido Comunista, ponerlo en un lugar pasivo como fuerza auxiliar de la burguesía local representado por el peronismo, por años la clase obrera argentina no tuvo a su Partido de vanguardia. Lo mismo ha sucedido en Ecuador y en Bolivia, los dos Partidos Comunistas, han decidido ingresar en el proyecto burgués de Correa y de Evo respectivamente, lo que ha significado la prácticamente liquidación de los dos Partidos, pasando a ser partidos insignificantes en la política de sus países. Por otro lado, el caso más emblemático es Venezuela, donde no sólo el chavismo ha intentado que el Partido Comunista de Venezuela se disuelva dentro del PSUV, sino que ahora encabeza una ofensiva contra el PCV, donde le han quitado su tarjeta electoral, y han intentado robar las siglas del Partido para dárselas a un grupo de mercenarios que no nada tienen que ver con el PCV, como lo es Henry Parra y su pandilla de oportunistas a sueldo. Lo mismo pasa ahora con el Partido Comunista Colombiano y el Pacto Histórico, desarrollado a lo largo de esta nota.
El rol del progresismo con los PP.CC ha sido de intentar subordinarlos o liquidarlos, porque saben que solo un Partido Comunista dotado de la ideología marxista-leninista puede poner en peligro los intereses que defiende la socialdemocracia, que son los intereses del capital.
La socialdemocracia no ha significado un avance para la clase obrera, por el contrario, ha deteriorado a sus partidos, ha intentado desarmar a los trabajadores de su potencialidad revolucionaria y han intentado e intentan contener cualquier respuesta obrera y popular.
Conclusión final
Como cierre a este análisis sobre este trágico evento, me aparece importante los esfuerzos que debemos hacer los comunistas en dos direcciones principales: el combate a la socialdemocracia inserta en el Estado y en el movimiento obrero y demás frentes de masas, y por otro lado, aprender de la experiencia histórica y estar atento a las desviaciones ideológicas que se presentan en los senos de los Partidos Comunistas y combatirlas decididamente.
El combate a la socialdemocracia es un punto de parteaguas dentro del MCI a nivel mundial, ya que varios destacamentos lo plantean como aliado central, y la socialdemocracia es lo mismo que las expresiones ultraderechista pero con otra manera de administración del capital, ¿Qué diferencia hay en el peronismo y Milei? En términos estratégicos, ninguna, los dos buscan sostener el modo de producción capitalista, sin duda que lo administran distinto, cumplen distintos roles en la lucha de clases, pero su condición de clase es la capitalista, lo mismo pasa entre VOX y Sanchez en España, o entre Lula y Bolsonaro en Brasil, que entre este discurso del “mal menor” y la falsa dicotomía de “izquierda” vs “derecha”, se tienda a elegir un bando capitalista que sea “amigable” con algunas de nuestras demandas, que levante alguna bandera histórica, como el peronismo lo hizo con los DDHH en Argentina o como ahora la socialdemocracia española lo hace con la reducción de la jornada laboral. El combate a la socialdemocracia tiene que ser tarea principal de los comunistas en el movimiento obrero y en las gestiones estatales, porque la lucha contra la socialdemocracia no más ni menos que la lucha anti-capitalista, anti-imperialista y anti-monopolista.
Lo relacionado a las tendencias en los Partidos Comunistas, como mencionamos anteriormente, debemos estar vigilantes, pues las ideas del enemigo están en puerta de los PP.CC constantemente, lo podemos ver con todos los Partidos que claramente se han desviado de la senda del marxismo-leninismo, por el alevoso contrabando ideológico de la ideología burguesa en el seno del Partido. El caso del browderismo de la década del 40 y el caso actual del PCC nos tiene que enseñar que las tendencias extrañas a la ideología proletaria deben ser combatidas decididamente, y tiene que servir como enseñanzas principalmente para los destacamentos que se van formando y se formarán, que no pueden convivir tendencias que van contra los métodos de organización, contra la ideología marxista-leninista, contra la línea trazada, porque el camino ya lo conocemos, es la bancarrota ideológica. Muchas veces es pos de la “unidad del Partido” o en pos de tener un “Partido grande” se permiten personas o grupos que asumen prácticas o planteos de la ideología enemiga. La experiencia nos tiene que poner alertas y vigilantes sobre el contrabando ideológico, ya que el Partido Comunista en todo el mundo sigue siendo el principal enemigo de la clase capitalista e intentará desarmarlo, dotarlo de su ideología y poner en un rol pasivo.Por último para cerrar esta conclusión final, debemos analizar dos cosas más, una es la etapa que está abierta en el Movimiento Comunista Internacional, y por otro lado, es la necesidad de la organización y coordinación de esos destacamentos de vanguardia.
Sobre la etapa en el MCI, podemos decir que fue un parteaguas la guerra imperialista entre Rusia y la OTAN en Ucrania, donde terminaron de estallar las contradicciones en el seno del movimiento comunista, podemos ver Partidos Comunistas que tenían posiciones correctas y han virado al campo del oportunismo como lo fue el Partido Comunista Obrero Ruso (PCOR), también podemos observar la disolución de la Iniciativa Comunista y la posterior creación de la Accion Comunista Europea, también podemos ver los que se han posicionado de una manera correcta respecto a este conflicto como fue el caso de la declaración conjunta de los camaradas del Partido Comunista de México (PCM), Partido Comunista de Grecia (KKE), Partido Comunista de los Trabajadores de España (PCTE) y los camaradas del Partido Comunista de Turquía (TKP), también podemos ver como distintos Partidos Comunistas y Juventudes Comunistas fueron estallando, no solo por la cuestión de la guerra imperialista, pero sí marcó un clima de época. Podemos nombrar el caso de UJCE de España, que no fue una ruptura revolucionaria, sino una ruptura izquierdista, pero fue clima de época de un PC inserto en el Estado y el estallido de sus contradicciones internas, podemos ver el caso concreto de nuestro país, que orgullosamente y humildemente podemos decir que fue uno de los primeros de los últimos años, con la creación del PCA como consecuencia de la expulsión de los elementos revolucionarios del PCdeA, podemos nombrar el caso de nuestros hermanos y camaradas brasileños, donde el PCB expulsó a sus elementos revolucionarios y dieron el paso de construir el Partido Comunista Brasileño Revolucionario (PCBR), también los procesos que se abren en el Partido Comunista del Ecuador, el proceso del Partido y la Juventud Comunista de Bolivia, los esfuerzos que hacen los camaradas de la Plataforma Comunista de los Trabajadores de EEUU para fortalecer la organización obrera en dicho país, y demás destacamentos que están naciendo o nacerán en este proceso de crisis no solo del capitalismo, sino también del Movimiento Comunista Internacional.
Dicho esto, podemos decir que estamos en una etapa de bancarrota del Movimiento Comunista Internacional, pero que abre camino al proceso de reconstrucciones revolucionarias en los distintos países de América y el mundo. Más allá de las diferencias, estamos en una época parecida a la de la II Internacional y su bancarrota, y la lucha de los bolcheviques contra los oportunistas en el contexto de la primera guerra imperialista mundial.
Dicho esto, con este panorama los comunistas revolucionarios debemos dar un siguiente paso en el agrupamiento de los destacamentos de vanguardia en los distintos países que luchan día a día por poner de pie al Partido Comunista, la necesidad de una estrategia revolucionaria continental y mundial, con el legado de la Komintern, es más necesaria que nunca ante la descomposición de este sistema parasitario. El proceso de reconstrucción revolucionaria debe ir de la mano con la coordinación de los comunistas en todo el mundo, con una estrategia clara de derrocamiento del capitalismo. ¡Es el momento!