Editorial: Asume un nuevo gobierno y la lucha de clases se agudiza

El panorama que se avecina con la asunción del nuevo gobierno de Javier Milei-Victoria Villaruel, agudiza las políticas de ajuste, entrega y represión que llevó adelante durante 4 años el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, Alberto Fernández y Sergio Massa.
El fracaso del progresismo-peronismo ha dado lugar a la asunción de la ultraderecha, ya que no ha cumplido sus promesas de campaña, ni sus eslóganes de “volvemos mejores”. El peronismo ha sido la continuación programática de la gestión de Mauricio Macri.
Javier Milei empezó a competir electoralmente sin estructura, pero rápidamente, tanto el PJ – Frente Renovador y posteriormente el PRO con Mauricio Macri y Patricia Bullrich, lo ayudaron a fiscalizar durante las elecciones, además de colaborar a que pudiera llevar adelante su campaña.
El nuevo gobierno, antes de asumir, ya reculó con algunas cuestiones prometidas durante el juego de campaña electoral en el que incurren cada dos años los políticos de la burguesía en nuestro país, como la dolarización, la voladura del Banco Central de la República Argentina, además de la ruptura con los BRICS y China, ya que anunciaron que Argentina tendrá un papel no activo en esta alianza interestatal imperialista como lo es el BRICS. Por otro lado, las distintas facciones de la burguesía, aprovechando de la debilidad de la gobernabilidad a la que se iba enfrentar Javier Milei, empezaron a poner sus Ministros a cambio de garantizarle la gobernabilidad burguesa al nuevo gobierno: por un lado, el peronismo ya acercó a Daniel Scioli como posible Secretario de Turismo; por otro, el PRO ya puso su Ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, además de Patricia Bullrich como Ministra de Seguridad; y finalmente, el radicalismo públicamente dijo que garantizaría la gobernabilidad a Milei.
Las distintas facciones se unen para llevar adelante el plan del FMI, tanto la facción ultraderechista que se sentará en el Sillón de Rivadavia durante los próximos cuatro años, como el PRO, el radicalismo y el peronismo, quienes ya tienen asegurada su parte del Estado. El peronismo cegetista ya se pronunció sobre su intención de asegurarle la gobernabilidad a Javier Milei, lo cual significa que querrá asegurarle la paz social al gobierno, dando un claro mensaje que traicionará una vez más a los trabajadores que dicen representar, ante el avance de las privatizaciones, el paro absoluto de la obra pública, los despidos masivos en el Estado, etc.
Con el nombramiento de los Ministros, se pudo ver que todos los elegidos vienen de una larga trayectoria reaccionaria y liberal, como Scioli, Bullrich, Caputo, entre otros; esto nos da un panorama de lo que vendrá en los próximos 4 años, ya que lo hemos visto con estos mismos personajes en el gobierno de Ménem – De la Rúa – Macri. La entrega de nuestros recursos naturales, la represión brutal contra la protesta social y el ajuste atroz que proponen representará un combate día a día de la clase obrera contra el gobierno y los patrones; se agudizará la lucha de clases, aunque el peronismo y el radicalismo quieran imponer la paz social; y aunque el peronismo, como ha hecho históricamente, quiera conciliar a la clase explotada con la explotadora, habrán saltos y explosiones, porque la lucha de clases sigue siendo el motor de la historia.
Como clase obrera debemos unirnos, organizarnos y coordinar las distintas luchas de los distintos sectores y ramas de la clase, junto a las distintas capas, junto a los desocupados, los trabajadores informales, los estudiantes universitarios, terciarios y secundarios, los movimientos vecinales, los movimientos culturales, ya que la unidad de toda la clase y sus aliados en fundamental para combatir las medidas anti obreras y anti populares que Javier Milei promueve.
El gobierno de Milei-Villaruel es anti obrero, anti popular, reaccionario y anticomunista, por eso necesita un combate abierto y frontal de toda la clase obrera y su destacamento de vanguardia, usando todos los métodos de lucha posible.
La lucha será contra el gobierno y las corrientes colaboracionistas que garantizan la gobernabilidad. El desafío de nuestra clase será defender los derechos conquistados. La declaración de guerra viene de parte del próximo gobierno, ya Javier Milei expresó: “No hay lugar para el gradualismo” para posteriormente exclamar: “El ajuste costará sudor y sangre”, mientras que también afirmó que si no se le permite hacer el ajuste que él planea, llevará deliberadamente al 90% de la población a la pobreza.
Es por eso que los comunistas y la clase obrera no podemos tomar una política gradual tampoco; dentro de nuestras posibilidades, tenemos que enfrentar al gobierno de Javier Milei a través de todas las formas de lucha posible.
Mientras nos preparamos para la asunción de Javier Milei el día 10 de diciembre, este mes también se cumple un nuevo aniversario de lo que fue insurrección popular que echó al gobierno ajustador de Fernando De La Rúa, donde la clase obrera demostró que, con unidad y confrontación, es una fuerza verdaderamente invencible, una fuerza que pudo y puede expulsar un gobierno a través de sus históricos métodos de lucha. Con las enseñanzas de aquella insurrección de los días 19 y 20 de diciembre de 2001, debemos avanzar en el combate contra este gobierno y cualquier otro que venga a avasallar nuestros derechos o simplemente se proponga darle continuidad al sistema capitalista.
Organizar y radicalizar, ésa es la tarea esencial; elevación de la consciencia de la clase obrera para enfrentar, de todas las maneras posibles, a la política reaccionaria; en todos los centros de trabajo, en los barrios, en los espacios de estudio, no hay lugar para el quietismo, sino para el combate abierto.
No sólo tienen que ser cuatro años de resistencia, éstos deben ser años para crear las condiciones que nos permitan pasar a la ofensiva, golpear al capitalismo, derrumbarlo y abrir paso a la construcción del sistema que será el único que resolverá los problemas de la clase obrera: el socialismo-comunismo.
Unidad de la clase obrera, coordinación de las luchas, confrontación, organización, radicalización y fortalecimiento del partido de vanguardia: el Partido Comunista Argentino, para enfrentar el gobierno de Javier Milei.