Antonio “Coco” Villar: asesinado en democracia

El 21 de julio se cumple un nuevo aniversario del cobarde asesinato del camarada Antonio “Coco” Villar, en el barrio de Villa Corina. Este aniversario coincide con el desarrollo de la 79ª Campaña Financiera del Partido Comunista Argentino, y no es casualidad, ya que fue en el marco de la 39ª Campaña Financiera cuando nuestro camarada fue asesinado.

Aquel fue un “sábado rojo” de la Campaña. Los camaradas de Villa Corina instalaron una mesa para vender bonos, recaudar fondos para la Campaña Financiera y también colocar fichas de afiliación para sumar nuevos vecinos.
Desde temprano, los camaradas fueron amenazados por un tal Valenzuela y su familia, un peronista del barrio, quien les dijo textualmente: “Si vuelven por la tarde, serán eliminados”.Las tareas del Partido no se suspenden por una amenaza, por lo que los camaradas volvieron por la tarde para continuar con las actividades. Realizaron una chocolatada para los niños y diversas propuestas para los adultos. Cerca de las 16:00 hs, este lumpen peronista, junto a su familia, llegó violentamente, golpeó a los camaradas, pateó la mesa de la merienda de los chicos, quemó la bandera argentina y la bandera roja que flameaba en la actividad, y asesinó de un balazo en la cabeza a Antonio Villar.

El camarada tenía cuatro hijos y una esposa; era Secretario del Comité Barrial del Partido, un vecino combativo, humilde y trabajador.
Se inventaron rumores sobre un supuesto enfrentamiento armado entre peronistas y comunistas, pero no fue así: se trató de un vil asesinato a quemarropa, porque, sin duda, el Partido Comunista incomodaba —e incomoda— al poder y a sus marionetas provenientes del lumpenaje.

El velorio del camarada fue masivo. Todo el barrio acompañó al gran comunista que había sido asesinado y repudió enérgicamente esa nefasta acción. Por parte del Comité Central, el camarada Athos Fava, entonces Secretario General del Partido, estuvo presente en el velorio y llevó la solidaridad y el repudio de todo el CC ante lo sucedido.

La sangre de los comunistas no queda en vano, porque las nuevas generaciones de combatientes levantan las banderas de aquellos camaradas que entregaron su vida a la causa del socialismo, que derramaron su sangre en las calles y los campos de Argentina, en pos de un mundo nuevo, un mundo en paz, de solidaridad e igualdad: el socialismo-comunismo.