Como hemos observado la materialización del obvio objetivo de esta gestión, con el cual hicieron campaña, el avance contra cualquier tipo de bienestar que hayan logrado mantener los trabajadores es total. Hoy puntualizaremos en los trabajadores de la Secretaría de Cultura y específicamente en el ojo de la tormenta, el ex-CCK ahora “Palacio Libertad”.
Las condiciones laborales paupérrimas no son nuevas ni aparecen mágicamente con la administración libertaria. Bajo la gestión peronista (2019-2023) Tristán Bauer, entonces ministro de cultura, fue el encargado de efectuar los recortes presupuestarios estipulados por el acuerdo con el FMI. Quizás lo más recordado de su mandato fue el comienzo del desguace del INCAA con Luis Puenzo a la cabeza, hecho que continuaría la gestión actual. Por supuesto que este desguace no quedó circunscripto al INCAA, sino que se extendió a todas las dependencias de Cultura y ahora se ve profundizado con la ampliación de estas medidas.
Mediante las conversaciones que Orientación mantuvo con trabajadores del ahora “Palacio Libertad” pudo determinar tres puntos importantes que hacen a un cuadro de situación general.
En primer lugar podemos observar el problema de los contratos basura que firma la Secretaría de Cultura. Salarios por debajo de la línea de pobreza, contrataciones con modalidad de ‘eventuales’ que deben renovarse cada tres meses que atrasan el pago de honorarios y reservan para el empleador la potestad de echar empleados sin previo aviso ni indemnización, etc. Según trabajadores del sector de Atención al Público han llegado a tardar hasta más de dos meses en recibir sus honorarios. Escasean las contrataciones en blanco o ‘Ley Marco’, optando así el gobierno por mantener en situación de monotributistas (figura creada bajo el gobierno de Menem para legalizar trabajadores no registrados) a la mayoría de sus empleados.
A esto se le suma el segundo punto, las paritarias. Las paritarias en Cultura están a cargo de UPCN, gremio que concentra la mayor cantidad de afiliados, que se ha dedicado sistemáticamente a firmar aumentos por debajo de la inflación, permitir el despido de trabajadores, dificultar la organización dentro del espacio de trabajo y desmovilizar y boicotear cualquier intento de las bases o de ATE, gremio opositor, de realizar medidas de fuerza. Fue en Abril de este año donde UPCN protagonizó un doble escándalo verdaderamente ridículo al cerrar paritarias por un aumento del 1,3% de Abril a Junio, previo a conocerse la inflación de Marzo (que dió 3,7%) y a la medida del gobierno de salir del cepo cambiario que representó una suba de los precios. Ante esto el gremio conducido por Andrés Rodriguez solicitó en vano la reapertura de las paritarias. Frente a la situación ATE se mantuvo firme rechazando el acuerdo y denunciando la complicidad de UPCN con la gestión.
Por último se destaca la persecución política dentro del centro cultural. No es noticia que dentro del “Palacio Libertad” se vea un esfuerzo para borrar al ‘kirchnerismo’ y reemplazarlo con su propia agenda, como insignia de esto es el cambio de nombre mediante un DNU y la apertura de exhibiciones como la de las ‘victimas del 7 de Octubre’ para lavarle la cara al genocidio israelí sobre el pueblo palestino. Pero esta agenda va más allá de lo simbólico y actúa sobre los trabajadores del centro. En conversaciones con delegados de ATE nos informaron que a principios de 2025 se intentó avanzar con una nueva ola de despidos de los cuales se mantuvo la no continuidad de tres compañeros y compañeras, dos en la Secretaría de prensa y Comunicación y uno en el área de Sonido. Aunque la gestión aludió a falta del cumplimiento horario para justificar su no continuidad, esto se demostró falso mediante las fichadas al edificio y las conversaciones con las autoridades, con lo cual queda evidenciado que estos despidos tienen otra motivación. Se nos comunicó que a las dos despedidas de Prensa y Comunicación se les había pedido que realicen un listado de compañeros que podían ser descartables y ante su negativa se vieron con esta situación. Similar fue el caso del subcoordinador de Sonido que mantenía una trayectoria de una década trabajando allí y cuya área fue de las más combativas en 2024 adhiriéndose a muchas de las medidas de fuerza llevadas a cabo ese año. Se desprende sola la conclusión de que estos despidos fueron de carácter disciplinario para el resto de la fuerza de trabajo y nada tuvieron que ver con la falta de cumplimiento de tareas.
Entendemos que esto que vemos en el ex-CCK no es una situación aislada y responde al cuadro general de avance y ajuste sobre la clase trabajadora, similares casos han ocurrido en otras dependencias del estado como en Hábitat y Vivienda y Casa de Moneda donde han echado a gran parte del personal con nula respuesta de la burocracia sindical. Por esta razón convocamos el Viernes 13 de Junio a las 16:30hs a un encuentro de trabajadores frente al “Palacio Libertad”, para solidarizarnos con los compañeros y avanzar en la unidad de las luchas que es la única capaz de torcerle el brazo y romperle la mano al gobierno.