Los días 22 y 23 de febrero ha sesionado el V Pleno del Comité Central del Partido Comunista Argentino en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde el orden del día abarcó el análisis coyuntural de la situación internacional y nacional. Posteriormente, se presentaron los informes, balances y la planificación de los distintos frentes. También se debatió y resolvió la Planificación Anual del PCA para el corriente año, además de otros temas internos.
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En cuanto a la situación internacional, el Comité Central valoró positivamente la correcta línea del Partido y el análisis sobre la guerra imperialista entre Rusia y EE. UU.-OTAN, donde las consecuencias de la guerra han recaído principalmente sobre los hombros de la clase obrera rusa y ucraniana, así como también sobre los trabajadores de los países que han destinado miles de millones de dólares al negocio de la muerte, tanto de un bando como del otro. A diferencia de los sectores dentro del campo de la “izquierda” en Argentina que enviaban apoyo político y financiero a los reivindicadores de Bandera y Hitler en Ucrania, y los que se posicionaron a favor de Putin, levantando la bandera del falso “antifascismo” y apoyando a un sector del bloque imperialista, arrojando por el suelo la bandera del internacionalismo proletario; sobre este conflicto, el Comité Central analizó positivamente la postura del Partido Comunista Argentino de no alinearse con ningún bando imperialista. Asimismo, destacó que, dentro del Movimiento Comunista Internacional, fueron nuestros camaradas del KKE, PCTE, PCM y TKP quienes se han puesto a la vanguardia de la postura revolucionaria de la independencia de clase en la guerra imperialista.
También se analizó lo que implica el ascenso de Trump en el contexto de la guerra imperialista y de la crisis general del capitalismo. Desde su elección, el Comité Central ha afirmado la posibilidad de una generalización de la guerra; y con la asunción de Trump, se confirma, a pesar de la “paz” entre Rusia y Ucrania, y con EE. UU. como intermediario, que lo único que ha ocurrido es que los dos bloques imperialistas se han repartido el botín: Rusia se quedará con territorio ucraniano, y EE. UU., con recursos naturales. Esto reafirma nuestro posicionamiento de que esta guerra fue una guerra imperialista por el reparto de los recursos naturales y las rutas de transporte, no una guerra “antifascista”, como planteaba Putin. Con la asunción de Trump, sigue vigente la posibilidad de una guerra generalizada, en la cual se agudizarán otros conflictos en Asia, África y otras partes del globo. Su guerra arancelaria representará la profundización de la puja capitalista entre los dos bloques. De hecho, poco después de asumir, Trump anunció: “Estamos cerca de una Tercera Guerra Mundial”. Es ahí donde el Comité Central subraya la necesidad de coordinar internacionalmente a los PPCC que mantienen firmemente la bandera del internacionalismo proletario y la independencia de clase, para enfrentar conjuntamente los futuros conflictos que, sin duda, afectarán a la clase obrera mundial. Por eso, afirmamos que vivimos en la época del imperialismo, lo que significa que, mientras exista el imperialismo, el mundo corre el riesgo de constantes guerras por mejores posiciones dentro de la pirámide imperialista mundial, por rutas de transporte, recursos naturales, mano de obra barata, etc.
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Sobre la situación nacional, el Comité Central analizó el año de gestión de Javier Milei y Victoria Villarruel, la situación económica, política, social e ideológica, así como la necesidad de disputar el factor subjetivo en las masas, tal como lo hace el gobierno con la ideología dominante, a través de la batalla cultural. La situación del quietismo y la falta de unidad de la clase y los sectores del pueblo argentino es una de las principales dificultades que enfrentamos para derrotar el Plan Motosierra, el plan de los monopolios. Al no producirse grandes saltos ni explosiones en la lucha de clases, el gobierno avanza sin problemas. Las grandes movilizaciones, como la del 1 de febrero, no han demostrado nada, ya que su contenido ideológico y político fue totalmente pobre y sin continuidad programática, sin un horizonte aglutinador para que los golpes de nuestra clase contra el gobierno sean certeros. Por el contrario, la ideología “progresista” y socialdemócrata fue la que predominó en la movilización del 1F. Sin embargo, debemos destacar las dos Marchas Federales Universitarias como positivas para la dinámica de la lucha, aunque insuficientes ante tanta descoordinación y división. También es importante resaltar el papel del radicalismo y del peronismo, que han contenido todo tipo de reacción, no sólo en el movimiento estudiantil, sino en el pueblo en general. Remarcamos que la única salida inmediata para romper el Plan Motosierra es una gran Coordinadora de las Luchas, en todos los ámbitos y niveles, la unidad de todos los sectores en lucha, con el objetivo de desarrollar una plataforma de confrontación y lucha contra este gobierno antiobrero y antipopular. La lucha en la calle allanará el terreno para avanzar como clase obrera y pueblo hacia la sociedad que queremos construir.
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En términos internos, el Comité Central del Partido Comunista Argentino calendarizó, a través de su Planificación Anual, las actividades y acciones para la acumulación del Partido y para la incidencia real en los movimientos de masas. A la vez, debatió profundamente para fortalecer los distintos frentes internos que necesitamos.
El V Pleno del Comité Central ha sido un éxito, en el que, sin duda, el Partido ha salido fortalecido política e ideológicamente, avanzando decididamente hacia el Partido Comunista que necesita la clase obrera y el pueblo en nuestro país.