El gobierno genuflexo antiobrero de Javier Milei expone la expoliación imperial y la injerencia militar de los EE.UU. y sus socios de la OTAN en Argentina. Ya decía el presidente en la mesa de Mirtha Legrand que Elon Musk y Estados Unidos están “sumamente interesados en el litio” de nuestro país, dejando en evidencia que la tierra y el subsuelo son una ofrenda al dios dinero, lo cual profundiza el repliegue del concepto Estado nación a voluntad de corporaciones mega millonarias, respaldadas por el poderío militar comercial hegemónico.
Hoy está en juego rediscutir, a manos de la diplomacia británica y yankee, la legitimidad de la posesión argentina de la Antártida que data de 1904, además de brindarles a los sectores más concentrados del capitalismo mundial, a precio vil, la vida y los recursos argentinos, para que los “héroes y próceres” magnates dispongan de nuestro futuro. La cuestión de la Antártida deja entrever la motivación real de tanta investigación científico-ecológica, que actúa de pantalla para los proyectos de dominación. 200 mil millones de barriles de petróleo, se estima, yacen bajo su inmensa capa de hielo, y en 2048 vence el Tratado Antártico que rige desde 1961: y se calcula que el continente blanco posee el 70% del agua dulce del mundo, pues concentra en 90% de los hielos del planeta.
Agua dulce y petróleo. Es por esto que 24 países y la UE definieron que la Antártida es la mayor reserva marina del mundo, acordando “protección” por 35 años, lo cual pone a la pesca como otra de las razones del acecho. ¿Quiénes serían los centinelas? Otra vez el mismo zorro en el gallinero. ¿Cómo cuadra la causa de Malvinas en este escenario? El gobierno que honra la autodeterminación de los isleños, asume en este marco de situación, donde el Reino Unido impone el control geoestratégico de orden militar del Atlántico Sur y sus islas. Las Malvinas son, sin duda, un enclave estratégico para los británicos, en el cual han asentado la Comandancia Marítima Militar del Atlántico Sur desde donde controlan la cadena de islas que les permite asegurar su dominio sobre la zona: Ascensión, Santa Elena y Tristán de Cunha, de camino hacia la península antártica, incluyendo Georgias y Sándwich del Sur. Se trata del colonialismo impune al servicio del control geopolítico en la turba que supo defender el Gaucho Rivero, pero que desde 2010 ya no sólo es un punto guarnición, sino también es objeto de la búsqueda y explotación de crudo. La Desire Petroleum en 2010 inició con cuatro bocas en el norte malvinense, y, a pesar del reclamo argentino, en la actualidad, hay cinco empresas con licencia, otorgada por los kelpers, trabajando en las Malvinas: Argos Resources, Rockhopper Exploration, Borders & Southern PLC, Falkland Oil & Gas Ltd y Desire Petroleum PLC.
Javier Milei, admirador profeso de Margaret Thatcher, se muestra preocupado por garantizar la autoregulación de los mercados, ignorando que en 2023 la corona ejecutó el Cape Bayonet, un ejercicio y zafarrancho que reúne a las distintas fuerzas británicas que forman parte del despliegue de ocupación ilegal que el Reino Unido realiza en las Islas Malvinas. Entendemos que el aceleramiento de la descomposición del sistema de gobernanza global, en el cual se basa el orden liberal internacional triunfante de la guerra fría, pone de manifiesto el retorno de las “esferas de influencia” y el posicionamiento de los grandes poderes en la disputa por el reacomodamiento del poder mundial, especialmente en aquellos espacios, como los océanos, donde la ocupación no se detenta, sino que se ejerce. Aun así, Milei, junto a Diana Mondino, desempeñaban un “excelente encuentro” junto al diplomático británico David Cameron en Davos, a sabiendas que la cuestión Malvinas, retenidas por la fuerza desde 1833, es un tema cerrado para Londres.
La agenda global ubica al cambio climático como un problema inexpugnable y las potencias mundiales se mueven en consonancia. El derecho al agua es el derecho a la vida, los recursos de agua dulce disponibles por persona han disminuido en más de un 20% en las últimas dos décadas debido al crecimiento de la población y el desarrollo económico, exacerbados por el cambio climático, y, de no tomar medidas, la tendencia continuará, advierte desde la Organización de las Naciones Unidas; pero dicha preocupación pareciera no contemplar este recurso en nuestro territorio para bastas franjas de nuestra población. Alcanza con enterarse la situación de La Banda, Las Garzas o Pampa de Los Guanacos en Santiago del Estero. De las principales reservas acuíferas del mundo (yacimientos subterráneos llenos de grava y arena), 21 de 37 están disminuyendo, desde India y China hasta Estados Unidos y Francia. La Cuenca del Ganges se está agotando en un estimado de 6,31 centímetros cada año, debido a la población y las demandas de riego.
El acuífero Guaraní equivale a un millón y medio de veces el consumo de agua anual en el mundo, aflora en Esteros del Iberá, Corrientes o en la laguna de Calamuchita. Este debate ponía en mayúscula el recurso vital en 2006 a partir de su difusión e interrogaba sobre la presencia de Douglas Tompkins, magnate y “ecologista”, y dicha labor “ecológica” en los Esteros correntinos. Con un acuífero capaz de abastecer a 700 millones de personas, ¿es entonces inocente que arriben a nuestro país los “dioses del agua”?
Douglas Tompkins, el filántropo “dueño del agua de los argentinos”.
El saliente Ministro de Interior, Wado de Pedro, viajó a Israel junto a diez provincias argentinas y acordó la gestión del agua de cinco provincias con Mekorot (Israel National Water Co.). Esta empresa es la que desde 1948 administra el recurso hídrico a manos del estado de Israel, responsable de que el Mar Muerto se esté secando, succionándolo desde el Valle Jordán; es la que drena los suelos palestinos y le prohíbe el uso del agua, cobrándola cuatro veces más, lo cual se ha traducido en que cada palestino consume cinco veces menos per cápita que un israelí. Esta misma empresa presentó en Mendoza el “Plan Maestro” para el sector hídrico y puso a su cargo a Diego Berger, al cual denominan el “dios del agua”; a su cargo tiene la medición, la legislación y la gestión de la autoridad del agua, y en su plan no hay financiamiento por parte del Estado.
Por su parte, en este contexto mundial, desde 2011 a 2026, EE.UU. pasó por su peor sequía en 1200 años. Sus principales recursos acuíferos disminuyeron a un ritmo combinado de 19 billones de litros por año, y aproximadamente 1900 pozos se secaron. Entonces los cálculos de su necesidad nos obligan a deducir su interés.
El agua dulce en esta parte del mundo no es sólo un recurso vital, sino también una vía navegable: la hidrovía troncal donde circulan más de 17 millones de toneladas al año, ruta del 80% de la exportación del país, es una ruta fluvial de 1477 km que permite la salida hacia el océano a distintos tipos de embarcaciones de carga. Su traza se encuentra expresada parcialmente en los ríos Paraná, Paraná de las Palmas y Río de la Plata, constituyendo un cauce de salida de aproximadamente del 75 u 80% de la exportación nacional; la Administración General de Puertos posee su administración, la cual estaba concesionada a la firma belga Jan de Nul y Emepa, formando Hidrovia S.A, pero el massismo pretendía con concesionarla nuevamente. Esta ruta contiene un conglomerado de puertos en manos provinciales y desemboca en el puerto rosarino, concesionado en manos privadas a Vicentin y Ultramar, enclave estratégico para la exportación del grano que abastece al mundo y posibilita el negocio exportador.
Hoy los yankes tiene sus ojos fijados aquí y su propósito es afincar sus garras. Las intenciones de Javier Milei, con su fallida Ley Ómnibus, eran la concentración de la suma del poder público en manos del Ejecutivo, pretendía tener la facultad de permitir, por un lado, la entrada al país de tropas extranjeras para participar de ejercicios militares, y, por otro, la salida de fuerzas nacionales para realizar actividades de la misma índole. Se trata de un intento por reforzar el aparato represivo del Estado y también la injerencia del imperialismo en la política interna. Es importante, en ese sentido, recordar los ejercicios militares norteamericanos en el delta entrerriano, denunciados por el ya fallecido corrupto senador, Felix Pacayut, del peronismo entrerriano, y en 2003 “desmentidos” por Duhalde: “Es una versión absolutamente falsa, estos ejercicios con marines y soldados estadounidenses”. Estos simulacros comenzaron en 1996, como parte de la lucha contra “el terrorismo internacional”, los soldados extranjeros realizaban ejercicios de supervivencia y tiro, así como maniobras de intercepción y abordaje en aguas del río Paraná, según testimonios de los vecinos, mientras el dirigente bonaerense decía: “No ha habido, no hay ni van a haber fuerzas de estas características”. Sin embargo, en el 2000 se desarrolló el Operativo Fluvial IV en la Zona Ceibas- Zarate, con 120 marines norteamericanos, ejercicios de combate y desembarco, como ya lo habían hecho en Bahía Blanca. Los objetivos de estas operaciones son claros, según el actual presidente de EE.UU, Joe Biden, la hidrovía es de importancia estratégica, por lo cual ejecutarán el “Plan Maestro”, para la navegabilidad del Río Paraguay; ésta es una iniciativa paraguaya para maximizar la utilización de esa vía navegable, y la obra está siendo apoyada por capitales de Estados Unidos y sería llevada adelante gracias a los servicios del Cuerpo de Ingenieros del Ejército norteamericano; todo cuadra en una acción envolvente, donde la base de Mariscal Estigarribia y la que pretenden instalar en Ciudad del Este, precisa de la base yankee de Neuquén. Por ello en 2008 y 2009 el Gobierno provincial de Neuquén y la Embajada de los Estados Unidos comenzaron a establecer relaciones diplomáticas, algo poco común al tratarse de un vínculo directo entre un país extranjero con una provincia; el supuesto objetivo era la donación por parte del gobierno yankee de equipos y recursos para prevenir y mitigar posibles “catástrofes naturales”. El llamado “Programa de Ayuda Humanitaria Para la Lucha contra los Incendios y Desastres Naturales” consistió, entonces, en la donación por parte de la Embajada de EE.UU. de materiales de construcción para levantar un Centro de emergencia con capacidad para albergar alrededor de 1000 personas.
Estos atropellos y acciones se montan sobre la legislación cipaya que dictó la Ley Antiterrorista en 2007 durante el gobierno kirchnerista-peronista, a pedido del GAFI (Grupo de Acción Financiera Internacional), que ofició de reforma penal para criminalizar la protesta social.
El despliegue militar del águila y las fuerzas componentes de la OTAN, la injerencia territorial y su necesidad de recursos estratégicos, nos ayudan a comprender la profundidad de sus planes y a pensar en la resistencia contra el entramado imperial que, en su división internacional del trabajo, ha definido el rol que debe jugar Argentina en el sostenimiento capitalista.
Pensar la territorialidad y en un proyecto revolucionario son parte de la tarea que debemos ejercitar, con centro en la Patagonia, pues necesitamos de toda la inmensidad de su riqueza y geografía, para que sea disfrutada en justicia, equidad y desarrollo por las amplias masas edificadores de la Patria Socialista, ése que fue el proyecto político por el cual luchaban los 30.000 mil y que hoy nos han legado sus banderas revolucionarias.