Por la célula de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA
Recientemente las autoridades de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA dieron a conocer a través de un comunicado la situación crítica que, así como el resto de la UBA y la educación pública, enfrenta FSOC a pocas semanas del inicio de la cursada debido a la decisión del ejecutivo nacional de posponer la actualización de las partidas presupuestarias. Con una inflación proyectada para este año del 250%, la facultad deberá funcionar con el mismo presupuesto de 238 millones de pesos del 2023, un déficit de más de 400 millones de pesos respecto a los 645 millones que se estiman necesarios para su funcionamiento.
Ésta es una postal más de la brutal ofensiva contra la educación pública que actualmente padecen tanto estudiantes como docentes, a quienes el gobierno de Javier Milei y Victoria Villaruel pretende imponer un deterioro del salario de alrededor del 50% respecto a los últimos dos meses, ofreciendo un aumento ridículo del 6% de los salarios para el mes de febrero, 14 puntos porcentuales por debajo de la inflación del último mes.
En FSOC, y en el resto de centros de estudio del país, peligra la cursada y no hay garantías para el normal funcionamiento de las universidades y el pago a los trabajadores docentes y no docentes, y esta situación nos llama a los estudiantes a organizarnos y enfrentar abiertamente a este gobierno ajustador y hambreador, que a tan sólo 2 meses de asunción ya ha mostrado de manera contundente sus intenciones con el futuro de nuestro país. El sueño de graduarnos en tiempo y forma, sin obstáculos económicos se ve cada vez más lejano.
La educación pública hace tiempo dejó de ser gratuita para nuestra clase. Cursar la universidad (u otro nivel educativo) implica gastos fijos mensuales y anuales, que son sumamente necesarios para poder sostener la cursada a lo largo del tiempo. Las becas PROGRESAR otorgadas por el Estado, a día de hoy con un valor de $20,000, no equiparan ni los viáticos necesarios para poder viajar al establecimiento educativo. Sin contar fotocopias, viandas, materiales y todo lo necesario para poder cursar. ¿Acaso es éste el plan que propone Javier Milei junto a JxC para mejorar la calidad educativa? La intención está clara: quieren y necesitan empobrecernos para seguir llenando sus bolsillos. En esta situación, se complejiza el sueño meritocrático e individualista de “progresar” que había planteado el actual Presidente en su campaña electoral.
Desde la Federación Juvenil Comunista – Argentina y el Partido Comunista Argentino llamamos a redoblar los esfuerzos tanto en las universidades como en las calles, con la solidaridad obrero-estudiantil como bandera, para hacer frente al recrudecimiento del ajuste. No dejaremos que nos arrebaten el derecho a estudiar, y que este, se vuelva un privilegio.
¡No al abandono de las universidades por parte del gobierno!
¡Por un plan de lucha de la clase obrera y estudiantes en unidad!
¡No pasarán!