Declaración de la Federación Juvenil Comunista – Universidad de Buenos Aires.
Uno de los referentes de la socialdemocracia argentina, Juan Grabois, otra vez salió a atacar a la docencia en Blender. No es la primera vez que lo hace, ya hace unos meses había dicho en otro programa que él “sería implacable contra los docentes”, se quejó de los docentes que “se toman el palo cuando se les canta las pelotas e inventan licencias” y apoyó la idea del gobierno de declarar la educación como servicio esencial. Esta semana volvió a atacar a los trabajadores de la educación y también de la salud de manera todavía más escandalosa: “Si sos docente o sanitario vas todos los días, y haces el horario completo, y te rompes el orto, y si no al paredón, sino sos un traidor a la patria”.
Está de más decir que son declaraciones propias del pensamiento de la patronal, que hablar de docentes que no quieren trabajar y buscan excusas para faltar es replicar el discurso de un gobierno que tiene en la mira hace rato a los docentes y que se dedicó a emprender una nueva campaña de ajuste y vaciamiento de la educación pública, y que claramente se está poniendo en duda a los trabajadores que paran, más aún cuando se apoya la propia medida con la que el gobierno quiere impedir las huelgas y medidas de fuerza, como lo es la declaración de servicio esencial.
A los docentes no los increpa Grabois solo, también se suman otras figuras del Frente Patria Grande, y particularmente desde La Mella en la UBA lo sale a reivindicar la vicepresidenta del CeCSo (FSoc).
Quienes levantan la posición indefendible de Grabois, para empezar ignoran y no dan explicaciones -como mínimo- por la irresponsabilidad de hacer este tipo de declaraciones reiteradamente en el marco de un gobierno profundamente anti obrero y antipopular.
Este contexto parecen ignorarlo, porque al contrario profundizan y apuestan por un discurso que pone en el centro de la problemática educativa la “vocación”, y el “esfuerzo” del docente y su responsabilidad individual, y puntualizan en que no se habla de las medidas de fuerza sino de los “trabajadores vagos”, como si el discurso oficial impulsado por todos los medios de comunicación y el Estado no fuera que el conjunto de los trabajadores en lucha son vagos y atentan contra el pueblo trabajador.
El problema es que si la calidad de la educación pública dependiera del mérito docente no existiría en nuestro país ningún chico que no asista a la escuela y termine sus estudios, porque en todos los barrios de la Argentina existen miles de docentes que impulsan un trabajo pedagógico y asistencial enorme a título personal y sin más recursos que los propios construyendo el que para cientos de miles de chicos es su único espacio de contención cubriendo todo tipo de roles y siendo muchas veces los únicos y primeros en responder ante situaciones de violencia de género, violencia intrafamiliar, abandono, salud mental, etc, ante un Estado burgués completamente ausente que desfinancia cada vez más las escuelas, el verdadero responsable de las carencias que atraviesan a la educación pública argentina en todos sus niveles, de los sueldos bajos, edificios venidos a menos, sistemas ineficientes y falta de insumos, el mismo que condena a cada vez más chicos y familia a no tener un ingreso estable, no llegar a fin de mes, no tener una alimentación y vivienda dignas y tantas otras miseria que sufren las familias trabajadoras y destruyen la calidad de vida y perspectivas de futuro de las infancias, y al responsable indiscutido de todo esto no le están pegando, sino que le están pegando a los propios trabajadores que no solo sufren todo esto también en carne propia sino que día a día son ejemplo de solidaridad obrera y le ponen el cuerpo a ser la primera línea de respuesta a estas y tantas otras situaciones, al mismo sector que ha tenido una participación destacada en numerosas gestas de la clase trabajadora y el pueblo de nuestra patria y que ha entregado varias vidas enfrentando a gobiernos anti obreros en dictadura y en democracia.
La estrategia de la socialdemocracia es clara, es una política burguesa, por ende, anti obrera, que en determinados momentos se pinta de “popular” para garantizar el desarme y la movilización de la clase obrera, y por lo tanto, garantizar la paz social y el choque profundo entre las clases en disputa. En los momentos que la socialdemocracia necesita rápidamente generar “paz entre clases”, sale a apuntar a sectores trabajadores, se posiciona al lado de su supuesto “enemigo”, en pos de defender los intereses del capital.
No nos sorprende todo esto viniendo de la socialdemocracia y el peronismo, porque son una arista más de la disputa entre la burguesía por el parlamento y el sillón de Rivadavia en cada ciclo electoral. Que bajo gobiernos como el de Milei-Villaruel puedan salir a ponerse la careta de abanderados del pueblo y las causas justas no borra el vaciamiento y el daño a nuestra clase que hacen cuando llega su turno de gobernar, ni el que hacen en las universidades como La Mella, que a la cabeza del CECSo y el CEFyL dejan pasar los recortes de horario y desarman la militancia universitaria como continuamente denunciamos.
Esto es una muestra más de que su ideología es burguesa, y si tiene que darle la espalda a los trabajadores lo va a hacer sin dudarlo, siendo un “muro de contención” que estanca las luchas y el activismo en lo espontáneo y lo meramente reivindicativo. Lo que no puede pasar inadvertido y sin repudio es que personas que están al frente de centros de estudiantes que representan a miles de futuros docentes salgan con este tipo de discursos anti obreros, y en nuestras facultades esto es una realidad.
La socialdemocracia debe ser combatida como todas las corrientes burguesas, en los distintos frentes: centros de trabajo, centros de estudio o en los barrios, porque para lo único que existen es para cuidarle los bolsillos a la clase capitalista.