La Ley Bases y la entrega total

Javier Milei obtuvo la media sanción en el Congreso para su Ley Bases, la misma a la que sus funcionarios se refieren como “una profunda desregulación (económica) que le dará más libertad a la gente”. A horas del Día del Trabajador, Diputados aprobó este proyecto que, entre muchos otros puntos, incluye la reforma laboral; con una respuesta prácticamente nula en las calles, el tratamiento de la Ley Bases pasó casi desapercibido y sin grandes inconvenientes. Tras una jornada de más de 20 horas de debate, la media sanción nos acerca cada vez más a una realidad que, evidentemente, la mayoría no está terminando de aceptar como una posibilidad real, ya que, de lo contrario, la respuesta hubiese sido de otro calibre.

Abiertamente el gobierno de Milei ha puesto sobre la mesa dos de los fantasmas más grandes de los últimos años: la reforma jubilatoria, y la reforma laboral. Por un lado, mencionar la reforma jubilatoria nos retrotrae a diciembre del 2017, cuando la lucha en las calles fue de tal envergadura que el Congreso de la Nación se vio obligado a suspender las sesiones; por otro, la idea de una reforma laboral no es algo nuevo, viene rondando desde hace mucho tiempo, y su oposición ha sido un punto de coincidencia para muchos sectores, no sólo de la sociedad, sino, incluso, de la propia política burguesa. Sin embargo, hoy estamos frente a estas dos reformas, una al lado de la otra, incluidas dentro de un paquete aún mayor y más atroz, y la respuesta por parte de la mayoría de los sectores es un quietismo extremo que ha resultado en las mayores derrotas de la clase obrera argentina en décadas.

REFORMA JUBILATORIA

Tras la media sanción de la Cámara de Diputados, la votación en el Senado podría resultar en que aquellas personas que no tengan los aportes necesarios para poder jubilarse (ya sea porque trabajaron en la informalidad, o por irregularidades por parte de sus empleadores) no puedan acceder a una jubilación. La Ley Bases propone que quienes tengan más 65 años y no cumplan con la cantidad necesaria de años de aportes, accedan a la PUAM (Pensión Universal para el Adulto Mayor), sin importar ni considerar cuánto hayan aportado hasta ese momento. La PUAM equivale al 80% de una jubilación mínima, y actualmente es $152.113,28, mientras que los jubilados con el haber más bajo cobran $190.141,60.

Por otro lado, la reforma afecta profundamente a las mujeres dedicadas a las tareas de cuidado en el hogar, o, incluso, a aquéllas que han sido sometidas a una vida laboral en la informalidad, como suele ser común en los trabajos destinados a las mujeres más pobres. Además de eliminar el reconocimiento a las tareas de cuidado, también se modifica la edad en la que las mujeres pueden acceder a una jubilación, pasando de los actuales 60 años, a un mínimo de 65 años, al igual que los hombres.

Dentro de la reforma también se encuentra la eliminación de la moratoria jubilatoria, lo cual significa que quienes no cumplan con los años de aportes necesarios sólo podrán acceder a la PUAM y cobrar el 80% de la jubilación mínima. Esta eliminación se da con casi el 50% de los trabajadores argentinos en la informalidad, y le permitirá sólo a 1 de cada 11 mujeres jubilarse a los 65 años.

Desde el gobierno no hablan de eliminación, sino de reemplazar la moratoria vigente con la Prestación de Retiro Proporcional, sin embargo, las diferencias entre una y otra dejan a un sinfín de argentinos y argentinas a la deriva. Esta nueva prestación propuesta por Milei incluye ciertas restricciones para acceder a la PUAM: tener 65 años o más, acreditar un mínimo de 10 años de aportes previsionales, no haber renunciado voluntariamente a un trabajo en los últimos 36 meses previos al cumplimiento de la edad jubilatoria.

REFORMA LABORAL

Mientras el gobierno de Javier Milei apunta a destruir el derecho a la jubilación y busca someter a los adultos mayores a una asignación de miseria, por otro lado, promueve la quita de derechos laborales, haciendo aún más inalcanzable el poder llegar a cumplir con los treinta años de aportes jubilatorios exigidos actualmente.

La reforma laboral, también con media sanción como parte del paquete tratado a finales de abril, incluye la ampliación de los períodos de prueba, pasando de ser de 3 meses a ser de 6 meses en empresas de más de 100 trabajadores; de 8 meses para las que tienen de 6 a 99 empleados; y en el caso de tener hasta 5 empleados, el periodo de prueba puede ser de hasta 12 meses.

Por otro lado, la Ley Bases elimina las multas a las empresas que tengan trabajadores informales, lo cual significa más precariedad, vulnerabilidad y violación de los derechos laborales conquistados por la clase obrera a base de inmensas luchas. También contempla un fondo de cese laboral con el objetivo de deshacerse de las indemnizaciones. Estos puntos le aseguran una maximización de las ganancias a las empresas, mientras genera aún más flexibilización para los trabajadores que, no sólo tienen al gobierno en su contra, sino a la ley avalando una mayor explotación bajo peores condiciones laborales. 

PRIVATIZACIONES

La idea de las privatizaciones no es nueva para Javier Milei, ya que lo viene anunciando e intentando desde hace meses: primero con la fallida Ley Ómnibus, y ahora con la Ley Bases. Entre las empresas que pretende privatizar se encuentran Aerolíneas Argentinas, Energía Argentina, Radio y Televisión Argentina, etc; mientras que planea vender parcialmente Nucleoeléctrica Argentina, y Yacimientos Carboníferos de Río Turbio; además de concesionar por firmas privadas a AySA, el Correo Argentino, Belgrano Cargas y Logística, Sociedad Operadora Ferroviaria, etc.

DESREGULARIZAR LA ECONOMÍA

Entre líneas, al hablar de desregularizar la economía asociándola a la idea de libertad, Milei se refiere maximizar las ganancias a costa de incrementar la explotación; en su idea de libertad sólo entra el beneficio que se le otorga a los grandes monopolios, permitiendo una mayor concentración de la riqueza a costa de un crecimiento exponencial de la desigualdad, el empeoramiento de las condiciones de vida de la clase obrera, y la entrega total de nuestro país.

MILEI, SÍNTOMA DE LA CRISIS CAPITALISTA

En esta fase de la crisis capitalista mundial que nos toca atravesar y que ha repercutido en nuestro país principalmente con la llegada al poder de Javier Milei, estamos frente a un momento de quiebre. El gobierno ha dejado atrás las promesas de campaña, para posicionarse claramente en contra de la clase obrera, sus intereses quedan en manifiesto cotidianamente: desde la Ley Bases -y sus intentos previos- hasta su alineación con el bloque EE.UU-OTAN-Israel.

Milei, actual ejecutor del plan de los monopolios, es sólo un síntoma de los antagonismos dentro del capitalismo; enfrentar su gobierno es nuestra tarea inmediata, pero es necesario avanzar hacia fortalecernos como clase en las luchas actuales, para lograr romper por completo con este sistema ya en descomposición e incapaz de ofrecernos una vida digna.